Darse mundos

Darse mundos

 

 

Entrevista a Nicolás Cobasky, joven productor cinematográfico. Trabajó en Un suelo lejano (Gabriel Muro, 2016) y en Lantéc Chaná (Marina Zeising, 2016). Ambas películas se proyectaron en el Ciclo Preestrenos del Museo del Cine en el auditorio del Colegio de Abogados.

-¿Cómo comenzaste a trabajar en producción?

-Un poco por casualidades de la vida. Estaba estudiando Historia, en la UBA, y había algo que no me convencía o no era lo que yo esperaba, no me hallaba; aunque la memoria y la relación con el pasado es algo que me interesó toda la vida. De chico empecé a trabajar como productor periodístico, en radio, en televisión. Y tampoco me sentí a gusto con la modalidad de trabajo en periodismo, sobre todo no me parecía bien cómo se planteaba la relación con los espectadores o la audiencia. Sentía que nos hacía funcionar en una relación parasitaria. Sobre todo quedé traumatizado cuando comencé a ocuparme de escuchar los mensajes de los oyentes. Me encontré sintiéndome una especie de parásito que debía lucrar con las sensaciones de desesperación y soledad, tanto de oyentes como de espectadores, según el medio. Lo que se utilizaba finalmente en los programas era aprovechar lo peor que podía revelarse en los mensajes. Ahí entré en una especie de crisis en que ya no quería trabajar en periodismo y entonces a partir de ahí empecé a virar mi interés hacia el cine. Encontré que en el cine podía darse una posibilidad más amplia de relación con los espectadores, producir productos que interactuaban de modos más diversos. Otras conexiones con el público con las que me podía encontrar más a gusto. Explorar otros caminos para esa relación, con más juego.

-¿Y cómo te iniciaste en el cine?

-Me comencé a encontrar con amigos que estaban en el cine y vi que hacía falta alguien como productor. Esto es lo más común, no es que tenía la vocación de productor de antemano sino que encontré que en la actividad cinematográfica la producción era una oportunidad, que a partir de allí podía satisfacer mi curiosidad con el mundo. Y que es un rol que me gusta para interactuar con aquello que quiero conocer.

-¿Cómo es esa interacción?

-Podés participar de la parte creativa del proyecto y también participás de la parte logística, digamos, de ejecutarlo. El ejercicio mismo de tener que hacer los proyectos realidad, te obliga a transitar todo el proceso y te hace conocer. Es un punto de partida que a mí me gusta para indagar el mundo. Por ejemplo, negociar con otra persona que no conocés, que es de otra cultura… Y de repente lograr hacer una película con esa persona es muy estimulante. Mi trabajo es una excusa para practicar la curiosidad.

-Y crear mundos también. ¿Y qué cosas preferís producir?

-Lo que más me gusta producir a priori, son largometrajes, ficción y documental. Como productor independiente hasta aquí he trabajado con documentales. Pero también trabajé en relación de dependencia y ahí hice ficción. El documental es un formato que me interesa, sobre todo me interesa mucho la exploración de la memoria. Es un género muy rico para interactuar.

-Sí, incluso puede verse como ficción encubierta. El documental como un cierto tipo de ficción.

-Sí, uno pone a alguien a hacer puestas en escenas en donde esa persona hace de sí misma y ahí hay una exploración de la identidad que es muy interesante. Está muy bueno. Los largometrajes no es que me gustan más que los cortos, es que son más desafiantes, son más difíciles de hacer, más complejo. Y eso me resulta estimulante. Es una mera cuestión de tamaño. Como productor independiente he producido muchos cortometrajes desde chico, pero el primer largometraje en el que estuve en todo el proceso es el de Gabriel, Un suelo lejano.

-¿Y en el de Lantéc Chaná?

-Con Marina hace muchos años que nos conocemos y hemos trabajado juntos varias veces, ella viene también de la producción y hace unos años comenzó a trabajar como directora. Compartimos su experiencia como directora desde hace un par de años, pero específicamente con Lantéc Chaná entré al final de la película, ella necesitaba ayuda para el cierre final del documental y ahí entré como productor asociado.

-¿Tus próximos proyectos?

-Estoy ahora desarrollando un documental sobre Octavio Getino, los directores son Pablo Guallar y Micaela Montes. Y con dos proyectos nuevos de Gabriel Muro. Uno todavía es secreto y el otro es sobre la relación o el rol de los perros en la cultura argentina.